En el periódico La Crónica, encontré un artículo con la opinión de
Leopoldo Mendivil donde le sugiere a María Esther Scherman Leaño que ya meta
las manos en Pronósticos y ponga orden en la dependencia.
Resulta que en conversación con un agente, Leopoldo Mendivil se dio
cuenta de que dicho agente, antes del fraude vendía un promedio semanal de 35
mil pesos, ahora con trabajos llega a 11 mil. Antes del fraude, tenía decenas
de clientes, ahora solo tiene 10 o 15 con trabajos. Antes, con las grandes
bolsas había publicidad con bombo y platillo, ahora solo les mandan mensajes
vía terminal, tratando de motivarlos con incentivos para que ellos aumenten las
ventas, lo que ya veíamos, al rato va a ser obligación de ellos, en vez de que
Pronósticos le dé una explicación satisfactoria a sus clientes.
El agente señaló que la caída de las ventas se debe en primer lugar al
fraude, después a que el Melate jamás ha caído en el D.F. que es su mercado
principal, y que por ejemplo, la bolsa de Progol aumenta un 24% de una semana a
otra, mientras que la de Melate solo aumenta 1.6%. La Sra. Scherman debería empezar por hacer un
diagnóstico acercándose a sus agentes y no a la bola de funcionarios que tiene
en Pronósticos, que ya vimos que solo están para robar.
Y me encantó una frase que uso y cito “la bolsa acumulada crece
rompiendo records cuando la gente gana poco o ningún salario y alimenta
esperanzas en un Melate que no llega…”
Al parecer no está enterado que la señora está atendiendo a dos amos y
por supuesto, con uno va a quedar mal. Qué casualidad que después de un fraude
donde le roban 160 millones de pesos al Melate, la Lotería Nacional por fin
empieza a tener utilidades, teniendo solamente media directora. Seguro fue un despiste para cerrar Pronósticos sin
que nos demos cuenta y que no haya ni a quien reclamarle. ¿Se dan cuenta a cuánta gente afectaron estas desgraciadeces de los funcionarios?
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