En julio del año pasado, el
subprocurador de investigación en delitos federales de la Procuraduría General
de la República, Irvin Barrios, explicó en entrevista, a Joaquín López Dóriga, que parecía que
hubo un alertamiento por parte del agente que vendió los boletos ganadores del
sorteo Melate Revancha, porque se le hizo extraño que estos participantes
llegaran a dictar los números. No dudo, que se le haya hecho raro, pero ¿quién
va a denunciar eso? Qué curioso que cuando suceden estas cosas, todo mundo sale
con que sospechaba algo. En todo caso, al estar tanto tiempo ahí, dictando los
números, le ayudó al agente a reconocer sus fotos posteriormente, yo creo, no?
De igual forma, el subprocurador
señaló que en los sorteos de Pronósticos, es difícil apreciar los números, y
que por lo tanto se apoyan en los monitores para que los asistentes puedan
observar el sorteo.
Por otro lado, en las
investigaciones que realizó el Ministerio Público Federal, determinaron que los
ladrones del Melate y Revancha, programaron
perfectamente el día para el fraude, sabían a qué servidores públicos les
tocaría la guardia, entonces se pusieron de acuerdo para asistir el 22 de enero.
Asimismo, el subprocurador
reconoció que el delito de fraude se cometió, pero que la afectación económica por
110 millones de pesos de Melate y Revancha no se concretizó, dado el
aseguramiento. Ya ven que son muy eficientes, pero más adelante resultó
incoherente su explicación.
Señaló que la consignación sin
detenido se realizó hasta julio debido a que era un proceso de investigación,
dentro de los mecanismos de Pronósticos para la Asistencia Pública y que, a su
vez al haber un alertamiento se debía involucrar a la PGR, la SFP y la SHCP.
Indicó que estos delincuentes
pretendían desaparecer posterior al fraude, que incluso no se presentaron a sus
trabajos días después del supuesto sorteo, obvio, ya con 110 millones, para qué
vas a trabajar. Y que fueron llamados a comparecer pero, por tratarse de un
delito no grave, "no se puede retener a una persona y mucho menos
arraigar."
¡Y hasta septiembre de ese año se
giraron las órdenes de aprehensión! Literalmente, ya los tenían y los dejaron
ir, porque no es delito grave. Y ahora por fin los están buscando con ayuda de
la Interpol en 180 países. ¿En qué cabeza cabe que le digas a alguien “te estoy
acusando de robarte los 110 millones de pesos de Melate y Revancha, pero regrésate
a tu casita, ahí luego vemos qué hacemos”? Si claro, te van a estar esperando a
que regreses con tu orden de aprehensión. Con razón los delincuentes le ven la
cara a la justicia con singular alegría.
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