lunes, 14 de octubre de 2013

Los ladrones de Melate se presentaron a comparecer y los dejaron ir.


En julio del año pasado, el subprocurador de investigación en delitos federales de la Procuraduría General de la República, Irvin Barrios, explicó en entrevista, a Joaquín López Dóriga, que parecía que hubo un alertamiento por parte del agente que vendió los boletos ganadores del sorteo Melate Revancha, porque se le hizo extraño que estos participantes llegaran a dictar los números. No dudo, que se le haya hecho raro, pero ¿quién va a denunciar eso? Qué curioso que cuando suceden estas cosas, todo mundo sale con que sospechaba algo. En todo caso, al estar tanto tiempo ahí, dictando los números, le ayudó al agente a reconocer sus fotos posteriormente, yo creo, no?

De igual forma, el subprocurador señaló que en los sorteos de Pronósticos, es difícil apreciar los números, y que por lo tanto se apoyan en los monitores para que los asistentes puedan observar el sorteo.

Por otro lado, en las investigaciones que realizó el Ministerio Público Federal, determinaron que los ladrones del  Melate y Revancha, programaron perfectamente el día para el fraude, sabían a qué servidores públicos les tocaría la guardia, entonces se pusieron de acuerdo para asistir el 22 de enero.

Asimismo, el subprocurador reconoció que el delito de fraude se cometió, pero que la afectación económica por 110 millones de pesos de Melate y Revancha no se concretizó, dado el aseguramiento. Ya ven que son muy eficientes, pero más adelante resultó incoherente su explicación.

Señaló que la consignación sin detenido se realizó hasta julio debido a que era un proceso de investigación, dentro de los mecanismos de Pronósticos para la Asistencia Pública y que, a su vez al haber un alertamiento se debía involucrar a la PGR, la SFP y la SHCP.

Indicó que estos delincuentes pretendían desaparecer posterior al fraude, que incluso no se presentaron a sus trabajos días después del supuesto sorteo, obvio, ya con 110 millones, para qué vas a trabajar. Y que fueron llamados a comparecer pero, por tratarse de un delito no grave, "no se puede retener a una persona y mucho menos arraigar."

¡Y hasta septiembre de ese año se giraron las órdenes de aprehensión! Literalmente, ya los tenían y los dejaron ir, porque no es delito grave. Y ahora por fin los están buscando con ayuda de la Interpol en 180 países. ¿En qué cabeza cabe que le digas a alguien “te estoy acusando de robarte los 110 millones de pesos de Melate y Revancha, pero regrésate a tu casita, ahí luego vemos qué hacemos”? Si claro, te van a estar esperando a que regreses con tu orden de aprehensión. Con razón los delincuentes le ven la cara a la justicia con singular alegría.

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